Las bodas son siempre especiales, y cuando lo que se celebra es que una pareja lleva 50 años compartiendo su vida, todavía es más especial, y en estos tiempos muy difícil.
Este reportaje de boda fue muy emotivo. Las bodas son siempre motivo de celebración, de compartir, de reunión familiar, y en este caso la familia es grande, María José y su marido tienen 8 hijos, 7 chicos y una chica, que con sus respectivas parejas e hijos hacen un buen número. Son una familia que desprende amor y complicidad, su forma de tratarse, de quererse, es realmente bonita. Los gestos entre hermanos, tíos y sobrinos, la admiración y el orgullo de sus hijos y nueras hacia sus padres es impresionante. Una pareja que tiene motivos para sentirse orgullosa de la familia que han formado, y de hecho lo están, de sus hijos, nueras y por su puesto, de la alegría de la casa: sus nietos.
La mayor parte de las fotografías de esta boda están hechos durante las dos ceremonias que tuvieron lugar en la Parroquia Beato Manuel González de San Sebastian de los Reyes. Los novios querían renovar sus votos después de 50 años, ante su familia y amigos, pero querían hacerlo antes Dios, pues forman parte de una familia muy comprometida con la Iglesia y con su Fe, además, el cura que ofició ambas ceremonias es uno de sus hijos, lo que hizo que la homilía fuese maravillosa.
Después de la ceremonia hubo un coctel que compartieron con amigos y familiares, en El Puente Cultural, donde siguieron las muestras de cariño, y donde los grandes y pequeños lo pasaron genial.
Enhorabuena, sois una familia estupenda!!!
